Todo cambia en la vida, e Internet no iba a ser una caso aislado.
Internet en su nacimiento (con el significado actual que tenemos hoy) empezó siendo casi un coto privado, al alcance de muy pocos, pero su expansión y explosión actual ha permitido que prácticamente todo el mundo tengo acceso a Internet, para bien o para mal.
Todo ha cambiado en Internet con respecto a su nacimiento, desde su contenido y organización a los usuarios que hoy tienen acceso.
Resulta curioso como hace unos años se le quitaba importancia a aparecer en Internet, argumentando que "eso no lo mira nadie" y que "no tiene repercusión y nadie se va a enterar"; craso error; en la actualidad es todo lo contrario, pues Internet se ha convertido en un escaparate donde publicitarse y darse a conocer, y si no apareces en Internet "no eres nadie". Se ha dado la vuelta a la tortilla de forma increíble.
Bien es cierto que Internet en sus inicios era difícil de usar, pues los buscadores de la época no eran muy avanzados y costaba encontrar información válida, pero con un poco de pericia al final terminabas dando con la veta y encontrado esa web que te proporcionaba esa información tan valiosa.
Poco a poco Internet se fue abriendo a más gente, con el boom de los chats (Microsoft Messenger e IRC) la gente pudo encontrar personas con gustos afines para compartir sus experiencias y crear nuevas en torno a Internet. Es una época que guardo en mi mente con cierto romanticismo.
Internet seguía creciendo y cada vez encontrábamos más información y de más diversos temas, prácticamente de cualquier tema, desde cómo abrir tu ordenador a cómo regar correctamente los geranios. Todo estaba permitido en Internet, pues no había un control de Internet como hoy día; incluso diría que para ciertos temas era más fácil encontrar información, pues no estaba oculta cómo puede ser hoy día (Deep Web).
Y, aunque ya existían redes sociales antes, no será hasta la llegada de Facebook y los teléfonos inteligentes que se produzca el boom de Internet y la saturación de información que luego conllevaría esto. Considero que el Internet de antes era más cívico que el actual, y no se buscaba protagonismo, simplemente compartir información por la satisfacción personal que eso conlleva, sin esperar nada a cambio, lo cual contrasta muy duramente con el Internet actual, donde casi todo se mueve por intereses.
Hoy día cualquier hijo de vecino puede entrar a Internet, soltar su perlita e irse tan campante, haciendo gala de su desconocimiento e incultura, pero ellos tan orgullosos en su ejecución.
Existe un cierto sector de Internet que si de mí dependiera les vetaría la entrada, porque no aportan nada, y sólo saturan la red con idioteces que no interesa a nadie, pero Internet es libre, yo simplemente doy mi opinión.
Si bien es cierto que en algunas cosas Internet ha mejorado mucho, como puede ser el acceso a información de cualquier índole, con una cantidad de resultados que nos puede abrumar, en otras cosas ha empeorado, como es la calidad de sus usuarios. Por supuesto no todos los que se hacen eco de Internet son crápulas, pero sí se hacen notar mucho y emborronan y manchan esa concepción de Internet romántica que tenía antaño.
Hacer un uso correcto de Internet está en nuestra mano, y nosotros como futuros documentalistas más aún. Tenemos el compromiso de que la información que pongamos a disposición de los demás sea útil y veraz, que se pueda contrastar y sea aplicable.
Yo seguiré luchando por un Internet libre (de trolls sobretodo), y usándolo como repositorio de conocimiento, que me ayuda a crecer intelectualmente y a la vez contribuir al crecimiento de la información de forma humilde y legítima.
Publicado y escrito por Gustavo Adolfo Hitos Madrid, alumno de 1º de Información y Documentación (Grupo A), Granada, curso 2016-2017.
El contenido alojado en esta web es de creación propia y exclusiva, y sólo se permite su difusión citando al autor (HITOS, Gustavo A.), o enlazando el blog a través de un hipervínculo mostrando la url completa del sitio.